Uno de los objetivos del club y por supuesto de la actual directiva, era retomar el pulso a las actividades tras los obligados parones por culpa de la pandemia. Si bien la actividad individual se fue manteniendo en función de las restricciones, las competiciones y las quedadas aeromodelísticas sufrieron un parón total el último año y medio, tanto en nuestro club como el resto del mundo en mayor o menor medida. Aprovechando la tendencia de la epidemia en la parte final del verano, nos propusimos intentar celebrar el día del club como es tradición cada año. Buscamos fechas y nos pusimos en contacto con el resto de aeromodelistas amigos que una vez más atendieron a nuestra llamada. Finalmente se fijó como fecha el fin de semana del 4 y 5 de septiembre. Este año era más especial si cabe, ya no solo por las circunstancias sanitarias y sociales del momento, sino porque le rendíamos homenaje a uno de nuestros socios más queridos e ilustres, Jose Luis Seijo Gil, Josito, querido por todos dentro y fuera del club, que falleció este año, causándonos gran tristeza y dolor, pues todos los que lo conocíamos lo queríamos y queremos como si de nuestra familia se tratase. Sirvan estas líneas como reconocimiento a un amigo que estará presente en nuestro club y nuestras vidas por siempre.
Tras una semana de infarto en la que el tiempo amenazó gravemente con la suspensión del evento, finalmente se disiparon las dudas, pudiendo disfrutar de uno de los mejores fines de semana, en cuanto a climatología se refiere, de todo el verano.
Los primeros amigos de fuera de la ciudad llegaron ya el viernes por la tarde y pudieron hacer los sus primeros vuelos. El sábado 4, que fue el día grande, contamos, a parte de los socios habituales, con nuestros buenos amigos aeromodelistas llegados desde Vigo, Pontevedra, Narón, Lugo y Asturias. Disfrutamos de un día estupendo donde aviones acrobáticos, maquetas y semimaquetas de todos los tamaños, veleros y las siempre espectaculares turbinas hicieron las delicias de todos los presentes. También pudimos disfrutar del vuelo circular con las últimas luces del día y antes de dar por finalizada la jornada
Todo el mundo pudo volar de forma ordenada, respetando las medidas de seguridad sanitarias pertinentes como el uso de mascarilla, a pesar de estar al aire libre. Picoteamos unos callos para luego pasar al plato principal que, siendo Galicia, tenía que ser un churrasco. Comimos en mesas pequeñas para mantener los distintos grupos burbuja y con separación suficiente entre las mismas, para minimizar los riesgos. Tras el homenaje a nuestro buen amigo Josito, pasamos a los vuelos de tarde que volvieron a ser espectaculares ayudados por el magnífico tiempo. La jornada fue un verdadero éxito. Algunos amigos partieron a casa al final de la tarde mientras que otros, que vinieron con caravanas, se quedaron para la cena y por supuesto para la sesión del domingo, que, aunque con menos participantes, fue igualmente divertida y llena de buenos momentos. El fin de semana supuso una fuente de alegría y distracción para todos, que nos vino realmente bien después de esta temporada tan complicada, no solo para nuestra afición, sino para todos los aspectos de nuestra vida cotidiana que se ha visto alterada por la pandemia.
Para terminar esta entrada, desde la directiva como los organizadores del evento, queremos dar las gracias a todos los socios que nos echaron una mano, sin cuyo apoyo y trabajo, no se podrían organizar estas actividades. Y por supuesto y lo más importante, MUCHAS, MUCHAS, MUCHAS GRACIAS a todos nuestros buenos amigos de fuera. Gracias por tomaros la molestia de venir, gracias por haceros los kilómetros y gracias por acompañarnos en este fin de semana tan especial. Nuestro agradecimiento es sincero y eterno para con vosotros.
Ahora, como el reloj sigue avanzando, nos ponemos ya a pensar y trabajar para seguir organizando eventos y competiciones, que es nuestra esencia como club. Si la pandemia lo permite, que estamos seguros de ello, seguiremos la senda que hemos venido recorriendo todos estos años.